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Análisis: Scania R 410 6×2 GNC en Argentina

Cómo es la propuesta de propulsión a gas de la marca sueca. Cuál es la promesa de ahorro en el costo operativo total. Contacto de TruckMagazine.com.ar.

Por Martín Egozcue
martin.egozcue@truckmagazine.com.ar
Fotos: Martín Lübel – @mlubelphoto
Agradecimiento:
Fundación Profesional para el Transporte (FPT)

La ecuación cierra por todos lados. Para el transportista, porque obtiene un ahorro en el costo operativo total y de esa forma, incrementa su rentabilidad. Para el planeta, porque se trata de un combustible que reduce la contaminación. Por ambas razones, el gas parece tener un futuro promisorio en el transporte de cargas (y pasajeros) en la Argentina. Atentos a esa realidad, en Scania están impulsando fuertemente la oferta de camiones (y buses) a gas, ahora fabricados en Brasil, lo que también implica un costo más competitivo en la adquisición de las unidades.

Para conocer de primera mano y experimentar las sensaciones que genera un Scania a gas, acepté la propuesta de la marca sueca: probar un R 410 6×2 impulsado a GNC. Para ello, me acerqué una vez más al Centro de Capacitación Profesional de la FPT (donde entre otros, se dicta el Curso de Conductor Profesional; ver más aquí).

Antes de seguir avanzando, es importante entender que Scania no está ofreciendo camiones diésel adaptados a gas, sino que toda la oferta de la marca sueca comprende motores de ciclo Otto, de encendido por chispa (bujías), concebidos específicamente de fábrica para funcionar con gas. Según se elija GNC (gas natural comprimido) o GNL (gas natural licuado), Scania equipa al camión con el tanque específico para el combustible indicado, pero el motor es exactamente igual en cualquiera de los casos.

Como es sabido, el GNC es el indicado para operaciones de corta o media distancia, mientras que el GNL es el más apropiado para larga distancia, ya que por sus características (enfriado por temperatura), se puede almacenar en mayor cantidad dentro de los tanques y así obtener autonomías en torno a 1.000 kilómetros.

Aclarados dichos aspectos técnicos clave sobre los motores, a continuación compartiré las diez conclusiones que obtuve en base a la prueba del Scania R 410 6×2 GNC…

1. Autonomía
En el caso de la unidad evaluada, un R 410 6×2 Tractor para cargas generales en operaciones de larga distancia, la autonomía que informa Scania con Gas Natural Comprimido (GNC) es de aproximadamente 500 kilómetros, en base al paquete de 8 cilindros de 118 litros cada uno, con un total de 944 litros de capacidad de almacenamiento. Esta distancia, sin embargo, siempre es relativa y depende mucho de cómo se conduzca el camión, el tipo de operación, el factor de carga, la topografía y las condiciones climáticas, entre otros factores. Si en cambio el combustible utilizado fuera Gas Natural Licuado (GNL), como ya mencionamos la autonomía superaría los 1.000 km, pero este tipo de gas aún tiene pendiente el desarrollo de la red de abastecimiento en nuestro país.

2. Reducción de costo operativo
Como es sabido, el combustible significa entre el 30 y el 50 por ciento del costo operativo total de un transportista. En el caso del Scania R 410 6×2 GNC, la marca sueca sostiene que el ahorro en combustible, al utilizar GNC en lugar de diésel, es del 50 por ciento. Entonces, ese ahorro en combustible tendrá un impacto fuerte a la hora de calcular el costo operativo total, que podría reducirse, según cada caso, hasta un 40 por ciento.

3. Inversión inicial
Los camiones a gas de Scania son más caros que los equivalentes diésel. Dependiendo de la configuración, el costo adicional se ubica entre el 30 y 35 por ciento. Eso, desde luego, implica una inversión inicial mayor para el transportista. Pero al cabo de dos años y fracción de operación, la reducción del costo operativo compensará por completo esa inversión inicial mayor. Entonces, a partir de ahí, se verá la real ganancia de haber optado por un camión a gas. Desde luego, cuantos más kilómetros recorra el camión, más rápido llegará el momento de recupero de la inversión y del impacto en la rentabilidad.

4. Tiempo de carga
No es tan grande, como podría pensarse a priori, la diferencia de tiempo de carga completa para un camión a gas frente a su equivalente diésel. En el caso del R 410 6×2 GNC, con los ochos cilindros de 118 litros cada uno, la carga completa de gas demora entre 20 y 25 minutos, dependiendo del nivel de gas restante al momento del reabastecimiento. Como parámetro, un camión de larga distancia con diésel, que suele cargar de 700 a 800 litros, necesita 15 minutos (y algo más también) para completar una carga, siempre que se utilice un surtidor de alto caudal. Pero esta comparación es la que se genera con la infraestructura actual de las estaciones a GNC, pensada en primera instancia para automóviles. Los picos de carga de los camiones a gas, denominados NGV1, permiten cargar por completo los tanques en apenas cinco minutos, siempre que el surtidor de la estación también disponga de un pico NGV1. Se espera que, en un futuro cercano, las estaciones de gas de la Argentina modernicen sus surtidores para poder aprovechar esa reducción en el tiempo de recarga de GNC.

5. Disponibilidad del combustible
La Argentina es un país con una gran tradición en el uso del Gas Natural Comprimido. Tanto es así, que se ubica en el “top five” mundial de utilización de gas para propulsión vehicular. Con más de 30 años de desarrollo, la industria del gas cubre el 85 por ciento de la superficie del país y eso, a priori, garantiza una amplia disponibilidad de GNC para el transporte. Si bien puede haber zonas como el Noreste del país que aún no tiene una red consolidada, en el resto del país, incluso en el Sur, se llegan a completar las distancias entre estaciones en función de la autonomía ya disponible con gas.

6. Prestaciones
El camión a GNC tiene características distintas al diésel, que se perciben tanto desde abajo como al momento de conducirlo. Con gas, un camión genera un nivel de ruido mucho menor y proporciona aceleraciones más suaves o progresivas, pero no significa esto que tenga menos torque o potencia, ni que sus prestaciones se vean disminuidas. Por el contrario, son equivalentes a las que desarrollan los camiones diésel. En el caso del R 410 6×2 GNC, la potencia es de 410 CV y el torque llega a 2.000 Nm. Este mismo camión con motor diésel ofrece apenas algo más de torque, con 2.150 Nm, una diferencia pequeña que no resulta desequilibrante en la operación. Además, la curva de entrega de torque es tan plana en el gas como en el diésel. La diferencia, por ser el motor a gas de Ciclo Otto, es que la aceleración es más progresiva y menos brusca, pero la prestación es al final de cuentas muy similar. Entonces, un camión a gas debería permitir realizar las mismas aplicaciones que el equivalente diésel.

7. Aplicaciones
En relación con el punto anterior, Scania afirma que un camión a gas puede realizar las mismas tareas que el equivalente en diésel. Puede ser que, para alguna operación específica, como podría ser del tipo off road extrema o de transporte internacional que implique una altitud elevada (por encima de 3.000 msn), deban considerarse mayores estudios, sin que implique eso que sea algo prohibitivo. Por otro lado, al tener el tractor mayor distancia entre ejes para poder alojar los tanques de gas (en este caso puntual, de 3,95 metros), hay que analizar con qué se va a enganchar para que la longitud de “paragolpe a paragolpe” sea la indicada por la ley vigente. En resumen, Scania afirma que el 90% de las aplicaciones que realiza un camión diésel pueden replicarse con un vehículo a gas, y que el 10% restante no significa una imposibilidad, sino el requerimiento de estudios y análisis especiales.

8. Mantenimiento
A modo general, Scania sostiene que los intervalos de mantenimiento de un motor a gas son muy similares a los de un impulsor diésel. La única diferencia, que hace levemente más costoso el mantenimiento del camión a gas, es que su motor tiene bujías y por ende, requieren reemplazo (aproximadamente, cada 40 mil o 60 mil kilómetros, dependiendo del tipo de operación). En cuanto al aceite, que es distinto para el motor a gas, no hay diferencia sustancial en la vida útil ni en el costo de reposición. Así, siendo más concretos, en Scania explican que el mantenimiento del camión a gas se ubica un 18% por encima del equivalente diésel. Aunque esto es a modo referencial, porque la marca, como es sabido, ofrece planes de mantenimiento flexibles para cada cliente en función de su operación específica.

9. Impacto ambiental
La diferencia es sustancial en este aspecto. Estos camiones pueden utilizar gas natural fósil, que es el mismo de la red hogareña. Pero el mismo vehículo, sin ningún tipo de adaptación, también puede emplear biogás, que es un gas metano producido a través de desechos orgánicos. Incluso con gas natural fósil, la reducción del impacto ambiental es considerable, ya que llega al 20 por ciento. Y en el caso del biogás, mucho mayor: 90 por ciento de reducción de CO2 (dióxido de carbono) frente al diésel. Además, hay otras ventajas propias del gas natural fósil, porque también reduce la emisión de material particulado (el humo negro típico del diésel que afecta los pulmones), con emisiones casi cero; y lo mismo ocurre con las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), que resultan casi nulas con el GNC. En Europa, el biogás ya está siendo muy utilizado, y se espera que en la Argentina tome impulso a futuro, inversiones mediante para asegurar la producción y el suministro.

10. Conclusión
Bajo la denominación “Green Efficiency” (eficiencia verde), Scania ya está ofreciendo en la Argentina no sólo camiones a gas, sino una familia completa de productos que funcionan con combustibles alternativos al diésel, integrada por camiones, buses y motores, propulsados por gas (GNC o GNL), biogás o biodiésel. Con esta apuesta, la marca sueca deja en claro que, al menos desde su visión y hasta que más a futuro llegue la propulsión eléctrica, hoy por hoy el gas se convierte en la alternativa al diésel que realmente implica una mejora en la rentabilidad para el transportista, y que al mismo tiempo beneficia al medioambiente. Siendo así, entonces, parece que la ecuación cierra por todos lados…

> DATOS CLAVE <

Mecánica
Motor: Scania OC13, de 12.7 litros y 6 cilindros en línea, Ciclo Otto, Euro 6
Potencia: 410 CV
Torque: 2.000 Nm
Transmisión: automatizada de 12 + 2 marchas con Opticruise
Tracción: 6×2

Chasis
Cabina:
dormitorio, suspensión neumática, asiento conductor neumático
Suspensión delantera y trasera: neumática integral, con fuelles
Frenos de servicio: a disco con sistemas ABS y control de tracción
Frenos auxiliares: Scania Retarder con 670 CV de potencia
Tanques de gas: 944 litros totales (ocho cilindros de 118 litros cada uno)

Pesos y capacidades
Tara:
9.854 kg
Capacidad técnica en eje delantero: 8.000 kg
Capacidad técnica en eje trasero: 19.000 kg
Capacidad máxima de tracción (CMT) técnica: 66.000 kg

> FICHA TÉCNICA + EQUIPAMIENTO <
Para descargar, click aquí.

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> GALERÍA DE FOTOS <

El R 410 6×2 GNC ofrece una autonomía en torno a 500 kilómetros.

Con 8 cilindros de 118 litros cada uno, el R 410 6×2 GNC carga 944 litros de gas.

Pico adaptador para carga. Cuando las estaciones se modernicen, ya no será necesario.

La oblea para vehículo propulsado a gas. Scania es una de las marcas que lo impulsa.

Motor de 13 litros, con 410 CV y 2.000 Nm. Es de ciclo Otto, concebido para gas.

Con 66 toneladas de capacidad de arrastre, el R 410 6×2 GNC puede tirar de un bitren.

Todo el confort de la nueva generación. La cabina tiene suspensión neumática.

Un tractor para cargas generales pensado para largas distancias.

El equipamiento incluye control de velocidad crucero adaptativo, entre otros.

Las curvas de potencia y torque con gas son muy similares a las del camión diésel.

Retarder con 670 CV de potencia para frenado auxiliar.

Pantalla multimedia de 7 pulgadas, climatizador y principales funciones de confort._

La cabina R es así de grande, aunque ahora también está la S, más grande aún.

Cama para descanso y heladeras para conservar alimentos y bebidas.

Probé el R 410 6×2 GNC en el Centro de Capacitación de FPT en Escobar (ver más aquí).

El camión a gas hace mucho menos ruido y las aceleraciones son más suaves.

Con el gas, Scania promete una reducción de hasta el 40% en el costo operativo total.

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3 COMENTARIOS

    • Gustavo, el Iveco Stralis GNC tiene es un 4×2 con 330 CV, y el Scania es un 6×2 con 410 CV. Ambos funcionan a gas, pero son de segmentos distintos. Con el Scania podés arrastrar, en el caso de la unidad probada, 66 toneladas, aprovechando la nueva ley de Escalabilidad que permite transportar más de 45 toneladas. Con el Iveco, por su configuración, podés arrastrar hasta 44 toneladas, sin aprovechar la Escalabilidad. En cuanto a precios, las marcas de camiones no suelen brindarlos de forma tan abierta, salvo a clientes que piden una cotización formal, ya que muchas veces varían los valores de acuerdo a la configuración. Pero en líneas generales, un camión a gas puede valer un 30% que el equivalente diésel.
      Saludos!
      Martín Egozcue

  1. Soy propietarios de estacion de servicio y sugiero q los camiones a gnc vengan con picos de carga a ambos lado del camión para facilitar la carga en la estación

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